:::Yo soy el arma y tú eres la bala:::
Este
lugar es realmente hermoso, para mi es imposible dejar de admirarlo, bajo mis
pies descalzos siento la cálida hierva, es maravilloso, avanzo un poco mas
hasta llegar a un sembradío de gardenias, son tan increíbles estas flores, y su
significado es lo que más me atrae.
La
pureza
La
dulzura
Un
amor secreto
Justo
las palabras que la describirían a ella, no puedo evitar pensar en ella al ver
estas flores, y todo se ve interrumpido cuando siento la presencia de alguien
más, al voltear veo como una chica se asoma por unos de los arbustos para luego
esconderse y reír, esto me parece muy tierno la verdad.
“si
quieres venir, no te escondas, siéntate aquí a mi lado”- le digo con una sonrisa,
veo como vuelve a asomarse, sonríe y se acerca hasta quedar sentada a mi lado.
“¿no
te aburre estar aquí solo?”- me pregunta
con un todo dulce, un suspiro escapa de mis labios
“no
estoy solo, estoy con mis pensamientos”- le respondo mirando al cielo con
nostalgia
“querrás
decir con tus recuerdos”- contraataca con un tono severo
“pero
que chica tan curiosa” – me hace mucha gracia la forma de ser de esta chica
“¿me
lo cuentas?” – me pregunta con sus ojos llenos de ilusión
“¿qué
cosa?”- interrogo con curiosidad
“tu
historia, tus recuerdos, todo lo que te atormenta” – me dice como si fuera lo
más obvio del mundo
“es
una historia larga, de seguro te aburrirá”- le digo mientras sonrió y le
acaricio la cabeza, ella solo hace un tierno puchero y me ve reprobatoriamente
“yo
decido si me aburre o no, cuéntame”- ¿Cómo negarse a esos ojos tan tiernos?
“de
acuerdo, te lo contare”- un suspiro escapa de mí, recordar el pasado es
doloroso, pero si cada segundo lo estoy rememorando, no importara que se lo
cuente a esta chica, ¿cierto?
“¿Por
dónde empezar? Supongo que hay heridas que tardan en sanar, sobre todo las de
un gran amor.
Siempre
he sido ajeno a los pensamientos de los demás, siempre siguiendo mi curso de
vida haciendo lo que se creía correcto o bueno, bajo esos pensamientos decidí entrar
al escuadrón de combate, sabía que con esto mi padre se enorgullecería de mí,
de su único hijo varón
El
país estaba pasando por una situación muy lamentable, una guerra sin sentido,
como yo la llamaba pero aun así peleaba en ella, sin saber en realidad porque
peleaba. A la corta edad de 18 años aprendí a usar un arma, es realmente triste
y extraordinario como con el solo disparo de un rifle se podía acabar con una
vida, muy curioso en realidad.
El
hecho es que me obligue a ser un hombre y a pelear, las vidas que quite durante
esos días jamás me las perdonare, no por el remordimiento de conciencia, sino
por ella, cada día al recordarla siento que mi vida no vale nada.
Y…
bueno a mis 24 años la conocí, ella era una voluntaria para ayudar a curar las
heridas de todos nosotros, era sorprendente que una chica de 17 años decidiera
eso de forma de vida, más de uno de mis compañeros quedaron prendados por ella,
yo no, después de todo es una niña y en mi mente habían cosas más importantes,
como por ejemplo esta guerra sin sentido…
Para
mí no me era indiferente él como ella me miraba, se notaba que yo le gustaba, y
no es por alardear pero siempre me miraba, a veces me molestaba pero poco a
poco me fui acostumbrando a que me observara de lejos, al fin y al cabo nunca habíamos
hablado más de lo debido.”
“eres
cruel”- susurro la chica mientras escondía su rostro entre sus piernas
“sí,
creo que lo fui, ¿quieres que continúe?”- pregunte mirado detalladamente como
la chica se emocionaba ante la pregunta
“claro!!”-
es muy tierna y divertida esta chica
“Bueno…
como decía antes, no estaba para nada interesado en el amor, y menos con una
chiquilla, pensé que con el tiempo se le pasaría y se cansaría.
Cuan
equivocado estuve.
Un
día sin más tuvimos un ataque sorpresa, el olor a sangre, carne quemada y pólvora
era tan real, más real que nunca, jamás había estado en una situación así, todo
estaba completamente destruido y habíamos tenido muchas bajas, en ese momento pensé
que moriría.
Sin
embargo, no fue así, nos dividimos en grupos, debíamos huir de nuestro propio
territorio si queríamos sobrevivir, algo gracioso si me lo preguntan, huyendo
de nuestro propio país, logramos llegar a unas cuevas bajo una montañas, ese
seria nuestro refugio por un tiempo, por lo menos hasta que tuviéramos las
fuerzas necesarias para seguir adelante.
En
el grupo en el que estaba se encontraba también esa chica a la que yo le
gustaba mucho, pensé que sería incomodo pero no lo fue, en ningún momento
intento nada, simplemente se quedaba pensativa, supuse que todo lo que paso fue
demasiado para ella, después de todo seguía siendo una niña.
Llevábamos
una semana en esa cueva, ella se veía muy
distante, y ahora era yo quien la seguía de lejos, como dije antes más de uno
estaba interesado en ella, y en este momento ella estaba muy vulnerable, sería
una presa fácil así que me di la tarea de cuidar de ella.
Una
noche note como salía de la cueva, esto lo hacía muy seguido pero como estaba
acostumbrado no le tome mucha importancia, pero esa noche por alguna razón que
aun desconozco la seguí. Llego un poco mas allá del pequeño riachuelo y en ese
momento las vi, esas hermosas flores, eran gardenias, tan blancas y con la luz
de la luna parecía irreal.
“es
increíble que con una guerra tan horrible puedan haber cosas tan simples y a la
vez tan hermosas”- oí su voz mientras se volteaba y me miraba, esa sonrisa que
me mostró esa noche jamás la olvidare
“supongo
que lo único bueno de la guerra es que apreciamos las cosas simples”- esa fue
mi vaga respuesta ante su comentario, ella rió un poco alto para luego negar.
“deberíamos
apreciar las cosas simples en cualquier circunstancia, no solo en la guerra”-
lo que dijo me sorprendió.
“tienes
razón”- era lo único que podía decir
Luego
de esa extraña pero a la vez cálida y amena conversación regresamos a la cueva,
esa fue la primera vez que tuvimos una conversación
real, y puedo confesarte que ella ya no me era tan indiferente.”
“Así
que en ese momento te enamoraste de ella”- me dijo la chica con una sonrisa
traviesa, no pude evitar soltar una carcajada, a lo que supongo se sintió ofendida
por su cara de disgusto
“la
verdad, puedo decir que me enamore de ella un tiempo después de esa conversación”-
le dije conteniendo mis ganas de reír, no quería que se enojara
“¿en
serio? Que romántico, sigue contando”- esta
chica tiene un humor muy cambiante, mire
al cielo y seguí con mi relato.
“Desde
ese momento ya me era normal que nos miráramos, y de vez en cuando intercambiábamos
sonrisas, puedo decir que nos hicimos grandes amigos, todas las noches sin que
nadie se diera cuenta íbamos a ese sitio donde florecían esas gardenias, lejos
del ruido, lejos de la guerra, lejos de todo.
Todo
estaba tan bien, que por unos días olvide que huíamos de una guerra, pero no
todo podía ser tan bueno, la guerra nos alcanzo…
Nuestro
escondite fue descubierto, nos separamos todos y quede solo, malherido, con un
soldado apuntándome con su rifle, sabía que iba a morir, por lo menos desee que
ella estuviera a salvo, ya me había rendido, estaba derrotado en el suelo
fangoso, me sentía como un arma a la cual no le queda ninguna de sus balas, sonreí
ante ese pensamiento y cerré los ojos esperando el disparo…
Lo escuche…
Más nunca sentí el impacto…
Todo
paso tan rápido que al abrir mis ojos no pude creer lo que veía, frente a mi
estaba ella, estaba su silueta, lagrimas corrieron por mis ojos al entender la situación.
Ella
se interpuso…
Quede
sin habla y ella callo hacia atrás, yo logre agarrarla y vi la herida producto
de la bala, esto no podía estar pasando, ella con su respiración débil me dio
una pistola, yo la tome y entendí lo que quería, el soldado miraba todo atónito,
el tampoco lo creía, de un rápido movimiento le dispare y acabe con la vida del
soldado, si algo me habían enseñado era a nunca distraerse, no me sentí culpable
de la muerte de ese soldado, si pudiera le dispararía mil veces más por toda la
rabia que sentía en mi interior.
Al
bajar la mirada la vi, ella sonreía como solo ella podía hacerlo, la abrase
contra mi cuerpo mientras lloraba.
“te
amo”
Segundos después de ella decir eso, sentí el cuerpo que abrazaba más pesado, lo sabía,
pero aun no quería verla, porque me mostraría algo que no quería ver.
Ese
día ella murió…”
Al
decir eso último gire mí vista hacia esa chica, se notaba pensativa mientras
miraba las gardenias, pasaron unos minutos hasta que ella hablo.
“no
me gusta esa historia”- dijo mientras se levantaba y agarraba una gardenia
entre sus manos.
“lamento
que no te haya gustado”- le dije con una mirada triste pero aun así sonriendo
“aun
no me has dicho…¿Cuándo te enamoraste de ella?”- dijo mirándome exigiendo una
respuesta, yo tome una gran bocado de aire y respondí
“cuando
ella murió…en ese momento supe que me había enamorado de ella”- me miro triste
“¿qué
paso después?”
“¿después?”
“si…
ella murió pero tu seguiste vivo”- me recrimino- “ahí no termina la historia”-
yo asentí
“el
resto no es muy interesante… tome esa arma y mate a los que pude hasta que me
quede sin balas y…. bueno me dispararon y morí”
“¿su
sacrificio fue en vano?”- mire sus ojos,
sentía que en cualquier momento se echaría a llorar
“no
lo fue, ese día íbamos a morir sea como sea… pero su sacrificio me hizo darme
cuenta de algo”
“¿de
qué?”
“me
di cuenta de que soy como un arma sin balas, y ella era mi bala, ella era la
que hacía que mi existencia tuviera sentido, y cuando ella me dio su vida para
yo poder ser útil me di cuenta de que la amo”- le sonreí al decir esto ultimo
“no
es justo”- susurro para luego echarse a llorar como si de una niña se tratase
“lo
sé”- le dije mientras me acercaba y la abrazaba
“ella
te amo desde siempre”
“lo
sé”
“ella
se enamoro de la forma de ver el mundo a través de tus ojos”
“lo
sé”
“ella
siempre te observo en silencio y te amo como nadie en el mundo”
“lo
sé”
“ella
te amo y lo sigue haciendo”- dijo con voz entrecortada mientras alzaba la vista
y me veía a los ojos- “ella te amo y te sigue amando, porque yo soy ella”
“lo
sé”- susurre para besar su frente, luego el puente de su nariz y culmine con
sus labios, un tierno rose, tan dulce e irreal.- “siempre quieres que te cuente
esa historia, y al final siempre terminas llorando”- dije con pesar, realmente
odio verla llorar
“no
quiero que olvidemos nuestra historia”
Sus
comentarios siempre han sido así, tan únicos y tan ella, no sé como paso, ni
siquiera sé cómo llegamos a este sitio, solo sé que en este mundo después de la
muerte solo existimos nosotros, ella y yo, y por supuesto también nuestras gardenias…
“te
amo”- le susurro a el oído, ella se separa y me sonríe.
“si
no estamos juntos estaremos incompletos, ya que tu eres el arma y yo soy la
bala… ambos nos necesitamos”
Sonreí
al escuchar eso, era tan cierto, nuestro destino era estar juntos por siempre,
ella me extiende sus manos en donde todavía tiene esa hermosa flor…
“nuestra
historia apenas comienza”
Esta historia se la dedico a Green Eyes por su apoyo y ayuda, aquí esta!!! el final feliz que me pediste pero a mi manera ;) espero te guste <3
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